De sobra son conocidos los múltiples beneficios de hacer ejercicio, tanto física como mentalmente, multitud de campañas nos lo recuerdan, nos lo recomiendan… pero algo está fallando cuando informe tras informe, las tasas de sedentarismo aumentan año tras año.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicó en 2017 un informe en el que se arrojaban datos muy preocupantes, entre ellos que el 73% de los españoles están muy por debajo del umbral de actividad física que les ayudaría a alejar riesgos para su salud.
Quizá el problema esté en que se incide mucho sobre los beneficios del ejercicio físico como una opción para mantener y mejorar tu salud, cuando realmente debería ponerse el foco en los riesgos, reales y demostrados científicamente, que supone una vida sedentaria.
El movimiento es parte de nuestra vida
Como especie, no hemos evolucionado sentados plácidamente, sin apenas movimiento, nuestro desarrollo, supervivencia y evolución siempre ha estado ligado a nuestra capacidad para el movimiento y si por algo nos hemos convertido en lo que somos, ha sido por nuestra gran adaptación y variedad en lo que a movimiento se refiere. No somos especialistas en nada, pero podemos ser buenos en casi todo.
Nuestros ancestros no hacían actividad física para quemar calorías o tonificar, sino para sobrevivir. El movimiento era inevitable, y nuestra fisiología pasó a depender de cierto nivel de movimiento para funcionar correctamente.
La rápida evolución de la sociedad civilizada ha modificado nuestro entorno a una velocidad que nuestros genes no han podido asimilar, hacen falta miles de años para que una especie se evolucione y se adapte a cambios en su entorno, la falta de adaptación finalmente se refleja en todas estas enfermedades y problemas físicos que han aparecido y crecido exponencialmente en las últimas décadas.
Los riesgos del sedentarismo
Nuestros genes no están bien adaptados a la inactividad. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el sedentarismo causa más muertes que la obesidad.
Un estilo de vida inactivo puede ser una causa de muchas enfermedades crónicas. Al no hacer ejercicio en forma regular, aumenta el riesgo de:
- Obesidad
- Enfermedades del corazón, incluyendo enfermedad coronaria e infarto
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Accidente cerebrovascular
- Síndrome metabólico
- Diabetes tipo 2
- Ciertos tipos de cáncer, incluidos los de colon, seno y de útero
- Osteoporosis y caídas
- Aumento de sentimientos de depresión y ansiedad
Tener un estilo de vida inactivo también puede aumentar su riesgo de muerte prematura. Y cuanto más sedentario sea, mayor es el riesgo para su salud.
Nuestros propios genes se regulan con la actividad física, y necesitan una dosis mínima para expresarse de manera saludable. El sedentarismo produce una programación genética patológica.
El movimiento es medicina. Reduce el riesgo de casi todas las enfermedades conocidas y es la mejor terapia contra el envejecimiento.
La mínima dosis efectiva es pequeña, tan solo 3-4 horas por semana reduce el riesgo de múltiples enfermedades, el tiempo no debe ser una excusa.
Pilates es tu mejor forma de moverte
Tienes mil formas para moverte y hacer ejercicio, y ninguna es mala si se realiza correctamente, ya puedes correr, bailar, caminar… cuanta más variedad, mayor será el beneficio. El Pilates es una excelente forma de mover tu cuerpo ya que sus protocolos se enfocan en desarrollar uniformemente tu musculatura, trabajando siempre desde el movimiento consciente para sacarle el mayor beneficio al tiempo que dedicas a la actividad física.
Recuerda, si eres sedentario no estás sano. Muévete… no es una opción, es una necesidad.